El Águila se adueñó de un clásico deslucido. Se impuso 0-1 a un Alianza gris que dejó ir la chance de acariciar el firmamento, llevar su imbatibilidad más allá de siete juegos y celebrar glorioso un «Domingo de Ramos».
Desde la previa, asistido por los números, el orgullo y la necesidad de los titanes de dar un golpe sobre la mesa, el duelo pintó interesante y ofreció destellos al inicio, pero todo fue efímero, tardó lo que un estornudo el dinamismo y lo que se vino luego fue un concierto de pases errados.

Amparados bajo un esquema bastante parecido: 4-4-1-1 Alianza, y un 4-1-3-1-1 Águila, las armadas de Ernesto Corti y Daniel Messina poblaron la zona ancha y eso provocó, abonado por la falta de precisión, una lluvia de pases fallidos, por lo que la pelota se movió como «bolita de ping pong», sin dueño y lo más terrible, sin un destino claro.
Los paquidermos, con Chicho Orellana y Christopher Guardado en labores de marca, confiaron la creación en Leonardo Menjívar, y «el Machito» intentó ponerse al equipo en hombros, pero fue consumido por el marcaje naranja y negro, comandado por Marcelo «Chiqui» Díaz.
Agotada esa posibilidad, los albos buscaron llevar peligro por el carril derecho donde William Canales y Michell Mercado tendieron puentes para llegar a la parcela del visintante, pero el cafetero conducía demasiado el balón o terminada sirviendo pases a la zaga emplumada.
En ese primer acto, el trazo largo tampoco fue opción viable para los blancos, ya que Carlos Salazar tuvo a Ronald Rodríguez y Julio Sibrián como estampillas y nunca logró sacudirse las marcas.
En ofensiva, el Águila tampoco fue mucho. Generó un par de desbordes de Ricardo Villatoro por izquierda y las corridas de Santos Ortiz por derecha. Fue precisamente Ortiz quien estuvo apunto de romper la lata a la media hora de juego.
El «12» negronaranja sacó un misil desde fuera del área que hizo volar a Mario González quien atinó a poner los guantes para desviar el balón al tiro de esquina. Los albos respondieron a la agresión sobre el final en una llegada malograda por Menjívar.

UN GOLAZO, DOS EXPULSIONES
El complemento arrancó con malas noticias para para los albos. Al 47′, el Machito Menjívar, luego de una mala salida blanca, vio su segunda cartulina amarilla y fue extrañando del terreno de juego cuando derribó a Ortiz.
El panorama pintaba anaranjado en adelante, pero Dixon Rivas (52′), también vio cartulina roja tras su segunda amarilla y emparejó las piezas, pero la balanza se inclinó favorable a la ambición de los migueleños y el premio les llegó en un golazo de Jairo Henríquez (64′), que tuvo como cómplice a Mario González. En adelante, el duelo no dio para más.