De 2H35 de duración, el filme narra el misterioso periplo de una especie de fantasma, resucitado por una mujer, que atraviesa épocas y que tiene la capacidad de soñar y de frenar y acelerar el tiempo.
Hay homenajes a la historia del cine, desde los hermanos Lumière y Georges Méliès a los filmes sobre la mafia, o la ciencia ficción.
La película tiene unos decorados suntuosos, y está coprotagonizada por Jackson Yee y Shu Qi.
«Es una película muy subjetiva, trabajé partiendo de mis sentimientos, de mis impresiones. El personaje principal es una criatura que atraviesa cien años de historia flotando», explicó a AFP el director, cuyo filme, saturado de información y detalles, tuvo que someterse a las exigencias de la censura china.
Finalizado apenas dos días antes de su proyección en Cannes, es un homenaje a la antigua usanza, sin efectos digitales llamativos, a un séptimo arte que no deja de cuestionarse sobre su futuro.
«El ser humano siempre está en busca de relatos; queda por ver en el futuro en qué forma se contarán», añade Bi Gan.