Saturno vuelve a liderar el firmamento con el descubrimiento de 128 nuevas lunas, el planeta de los anillos se posiciona como el cuerpo celeste con más satélites naturales del sistema solar, alcanzando un total asombroso de 274 lunas confirmadas.
El hallazgo, fruto de una extensa investigación internacional liderada por el astrónomo Edward Ashton, fue posible gracias a una técnica avanzada de análisis de imágenes denominada shift and stack. Este método permitió detectar objetos extremadamente tenues y diminutos, de apenas uno o dos kilómetros de diámetro, orbitando a gran distancia de Saturno.
Las observaciones, realizadas entre 2019 y 2023 mediante el Telescopio Canadá-Francia-Hawái (CFHT), revelaron un cinturón oculto de lunas irregulares alrededor del planeta.
Un pasado violento grabado en el cielo
Más que un récord numérico, el hallazgo ofrece nuevas pistas sobre el pasado caótico de Saturno. La mayoría de estos nuevos satélites pertenecen a la categoría de lunas irregulares: cuerpos pequeños con órbitas elípticas y muy inclinadas. Su distribución orbital sugiere que no nacieron junto al planeta, sino que podrían ser restos de colisiones antiguas o capturas gravitacionales ocurridas hace miles de millones de años.

Una historia que se remonta siglos atrás
Desde que Christiaan Huygens observó Titán en 1655, Saturno ha sido un objeto de fascinación astronómica, sin embargo, el verdadero salto en el conocimiento de su sistema de lunas llegó con las misiones espaciales modernas, especialmente la sonda Cassini, y con mejoras en la observación terrestre.
La confirmación de estas 128 nuevas lunas fue reconocida oficialmente por la Unión Astronómica Internacional el 11 de marzo de 2025, aunque el estudio aún espera revisión por pares tras su envío al Planetary Science Journal.
Este descubrimiento no solo amplía la familia saturnina, sino que también invita a repensar cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios. La creciente capacidad para detectar lunas pequeñas abre la puerta a futuras exploraciones, incluso en otros sistemas estelares.
Con cada luna descubierta, Saturno no sólo engrosa su inventario celeste, sino que también sigue contando, fragmento a fragmento, la historia antigua del sistema solar.